El autismo infantil precoz, descripto magistralmente por Leo Kanner hace tres cuartos de siglo, descendió desde entonces a la realidad cotidiana hasta el punto en que se habla de una "epidemia del autismo". Kanner, y luego el establishment médico y psiquiátrico, lo consideraron un trastorno orgánico de origen genético y por ende irreversible, restringiendo sus intentos de modificar el cuadro clínico a la educación de conductas y de síntomas focales; no obstante, la afirmación de Kanner de que se trata de un "transtorno del contacto afectivo" es tan válida hoy como entonces, y allí apuntaron nuestros esfuerzos terapéuticos. El presente libro, versión castellana del publicado en Londres por Routledge en 2017, presenta por primera vez en la literatura psicoanalítica el relato detallado de cinco casos que, tratados tempranamente, llegaron a la resolución de la desconexión afectiva –eso, según el criterio no sólo de la analista sino también de sus maestros y de los otros niños. Apoyándose en los lineamientos técnicos de la obra señera de Frances Tustin los autores intentan que el despliegue clínico consiga orientar a quienes asumen esta ardua y difícil tarea. Los resultados dependen del método y de que los tratamientos se inicien en los primeros años de vida. Los autores han querido llegar con esta obra no sólo a los terapeutas sino además a maestros y pediatras, en quienes recae en buena medida la responsabilidad de la detección temprana