Esta obra ofrece más de 40 propuestas lúdicas que promueven la producción escrita como un hecho ligado a la imaginación y a la construcción de significados, cuidando la adecuación de la escritura a situaciones comunicativas y a las estructuras convencionalmente aceptadas. Las actividades, diseñadas para que niños y jóvenes disfruten el encuentro con los textos, dentro y fuera de la escuela, se basan en sólidos conceptos teóricos que son explicitados en la primera parte de la obra. La autora demuestra que el goce estético y la creatividad son compatibles con una enseñanza de la gramática textual, que proponga a los chicos un aprendizaje centrado en el producto y no focalizado en palabras sueltas extraídas de cualquier contexto. Los maestros y profesores preocupados por educar escritores críticos, creativos y conscientes de sus prácticas, encontrarán en las diferentes consignas un valioso recurso para abordar contenidos de lengua y literatura en un clima placentero.