| 1 cuota de $34.600,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $34.600,00 |
| 2 cuotas de $20.569,70 | Total $41.139,40 | |
| 3 cuotas de $14.157,16 | Total $42.471,50 |
| 3 cuotas de $14.743,06 | Total $44.229,18 |
| 3 cuotas de $14.896,45 | Total $44.689,36 |
| 1 cuota de $34.600,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $34.600,00 |
| 12 cuotas de $5.583,86 | Total $67.006,36 |
| 3 cuotas de $12.340,66 | Total $37.022,00 | |
| 6 cuotas de $6.588,41 | Total $39.530,50 | |
| 9 cuotas de $6.303,35 | Total $56.730,16 | |
| 18 cuotas de $5.274,57 | Total $94.942,40 |
| 1 cuota de $41.336,62 | Total $41.336,62 | |
| 6 cuotas de $7.982,22 | Total $47.893,32 |
Aún sin quererlo y sin saberlo, y muy a nuestro pesar, nuestros padres, abuelos y antepasados nos han dejado en herencia duelos no resueltos, traumas no superados y todo tipo de secretos. Sin embargo, lo que se oculta a veces se expresa en el cuerpo a través de la somatización. El cuerpo del hijo, del nieto o incluso del bisnieto, sin importar su edad, se convierte entonces en el lenguaje del ancestro herido. Es por lo tanto necesario – para liberarse al fin de esa carga – descodificar y curar las heridas que no se cerraron.
