| 1 cuota de $31.100,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $31.100,00 |
| 2 cuotas de $18.488,95 | Total $36.977,90 | |
| 3 cuotas de $12.725,08 | Total $38.175,25 |
| 3 cuotas de $13.251,71 | Total $39.755,13 |
| 3 cuotas de $13.389,58 | Total $40.168,76 |
| 1 cuota de $31.100,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $31.100,00 |
| 12 cuotas de $5.019,02 | Total $60.228,26 |
| 3 cuotas de $11.092,33 | Total $33.277,00 | |
| 6 cuotas de $5.921,95 | Total $35.531,75 | |
| 9 cuotas de $5.665,72 | Total $50.991,56 | |
| 18 cuotas de $4.741,02 | Total $85.338,40 |
| 1 cuota de $37.155,17 | Total $37.155,17 | |
| 6 cuotas de $7.174,77 | Total $43.048,62 |
Jean-Jacques Rousseau ha pasado a la posteridad como gran defensor de la bondad del hombre: el ser humano, viene a decirnos, es bueno por naturaleza y solo se corrompe cuando vive en sociedad.Los males, sin embargo, surgen de cierto tipo de sociedad: aquella en la que las personas no han podido elegir libremente su contrato social.Esta idea constituía un mensaje claro y directo en favor de la libertad y caló hondo en las mentes de los primeros revolucionarios franceses. Desde entonces ha avivado el debate sobre cómo gobernarnos y se ha erigido en una declaración fundamental para nuestras democracias. «El hombre ha nacido libre, pero en todas partes se halla encadenado.»
